Toyota ha sido la escudería que más presupuesto manejó en los últimos años ( entre 400 y 500 millones de dólares) aunque en sus primeras temporadas el resultado daba superávit.
La crisis económica actual produjo que varios equipos se despidieran, como Honda ( hoy Brawn GP) y BMW.
En su momento, Toyota hizo inversiones faraónicas, tales como el contrato de Ralf Schumacher, quien llegó a ganar 13 millones de dólares por año.
Asimismo, no se sabe qué será del destino deportivo de sus pilotos, el italiano Jarno Trulli y el alemán Timo Glock, además de sus mecánicos e ingenieros, toda una comitiva de trabajo que se esforzó en pos de un objetivo y que en el último campeonato mundial ha dado buenos resultados con el podio de Trulli y los primeros puestos de Glock.
Otra torre que ha caído en el imperio de la máxima producto de la debacle económica fue Bridgestone, el fabricante de neumáticos que ha acompañado a la categoría en los últimos años, y que a partir de 2011 no será proveerdor oficial de la F1.
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