No fue un domingo de carreras cualquiera. La cita resultó en el semipermanente “Triángulo del Tuyú”, donde se disputó la recordada “Vuelta de Santa Teresita”, que fue la última competencia de Turismo Carretera en ruta.
El 16 de febrero de 1997, la ACTC puso el fin a una era del automovilismo argentino, la cual cosechó gran cantidad de adeptos por todas aquellas personas que se reunían a acampar en los caminos de la Argentina para ver pasar un auto de TC y ser partes de una travesía.
Pero algunos accidentes ocurridos en la categoría por el mal estado de algunos semipermanentes, que tuvieron como víctimas fatales a Roberto Mouras (1992), Osvaldo Morresi (1994) Antonio Lezeviche y su acompañante Víctor Galíndez (1980) y hasta el mismísimo Juan Gálvez, en 1963.
También algunas personas del público que se acercaba a ver las carreras fueron víctimas en diferentes oportunidades, y llegaron a ser tapa de los diarios mayormente en la década del 60 y 70.
Y la despedida de las rutas fue con una emotiva carrera, que tuvo como puntero a Roberto Urretavizcaya, pero por un despiste no pudo continuar por la lucha de entrar en el podio. Eduardo “Lalo” Ramos finalmente fue el que se impuso en aquella inolvidable jornada, con su Ford, mientras que el podio lo completaron el “Gurí” Omar Martínez, otro referente del óvalo, y Juan María Traverso, símbolo de Chevrolet. Aquel año el Flaco de Ramallo se consagró tricampeón de la categoría.
A partir de 1998, las carreras de TC se corrieron siempre en autódromos, y comenzó una nueva era que hasta el momento lidera Guillermo Ortelli, con 5 títulos.
Por M D
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