Hace 28 años comenzó el principio del calvario de miles de madres, padres, hermanos, esposas e hijos de los soldados combatientes en Malvinas. El 2 de abril el ejército argentino desembarcó en las islas australes del Sur para luchar por su recuperación, impulsada por un gobierno nulo, incapaz y cruel, que tuvo la infeliz idea de enviar tropas nacionales con jóvenes que en algunos casos habían terminado recientemente el colegio secundario, y se encontraban en su más reinante adolescencia. También hubo padres de familia, profesionales, trabajadores de Buenos Aires y del interior del país dejando su vida por las Islas.Desde este humilde espacio, rendimos homenaje a los caídos y a los ex combatientes, quienes aún sufren las secuelas no sólo fisicas sino también psicológicas del conflicto bélico. Desde 1982 en adelante hubo más de 400 suicidios por parte de quienes combatieron en Malvinas y con esa cifra sumán casi 2000 muertos en total como consecuencia de la guerra y los posteriores daños.
El 14 de junio de 1982 el Gobierno argentino firmó la rendición en las Malvinas y lo único que quedaba era las ruinas, los cascos tirados por doquier en La Soledad, y las primitivas y precarias armas destruídas.
El eslogan Argentinos a vencer sonaba en las radios y era mediatizado como una gran esperanza pero fue utilizado como arma, según algunos historiadores para desviar la atenión de la gente y que crean que la guerra estaba ganada.
Actualmente en las Islas Malvinas sólo se habla inglés y están habitadas por Kelpers. Las operaciones se hacen en dólares y lo único que sigue en pie en el archipiélago es el cementerio de los caídos, donde descansan los restos de muchos NN, con la insignia " Aquí descansa un soldado argentino de Dios". Falklands, Islas del Atlántico Sur, cualquiera sea su nombre, las Malvinas son, como dice su canción (1939) argentinas. La perdida perla Austral.
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