En el TC ganó dos campeonatos (1940 y 1941), mientras que fue quíntuple campeón de Fórmula Uno , y así escribió la historia más grande de la categoría, hasta la consagración de Michael Schumacher como séptuple.
El balcarceño, nacido el 24 de junio de 1911, supo trabajar en su juventud en una fábrica de autos, luego integró el servicio militar, hasta que comenzó su carrera como piloto. Protagonizó uno de los duelos más recordados del TC junto a Juan y Oscar Gálvez en los ´40, con la incipiente rivalidad entre Ford y Chevrolet, pero después de la 2º guerra mundial, el gobierno de Juan Domingo Perón le permitió forjarse una trayectoria en Europa hasta llegar a la Fórmula Uno.
Allí corrió con Mercedes Benz, Alfa Romeo, Ferrari y Maserati, y a los 46 años logró su 5º título. En 1954 fue parte de un hecho inédito, ya que él ganó el campeonato de F1 y otro argentino, José Froilán González fue subcampeón.
Cuatro años después, en 1958 fue secuestrado en Cuba durante la víspera del GP de La Habana y liberado a las 48 horas por la guerrilla.
Dueño de los campeonatos del mundo de 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957, Fangio dejó este mundo tras una larga enfermedad y fue velado en el Museo del Automóvil. Los medios amanecieron con la triste partida del Chueco y publicaron títulos como " EL IDOLO INMORTAL YA LE PONE VERTIGO AL CIELO" y recordaron la famosa frase que inmortalizó la figura del genial Fangio como un ser humano humilde pese a sus éxitos: " Lo importante no es creerse el mejor, sino tratar de serlo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario