El domingo 22 de noviembre de 1992 el automovilismo vivió un día de duelo por la muerte de un verdadero ídolo como era Roberto Mouras en la Vuelta de Lobos, cuando lideraba el campeonato de Turismo Carretera. El lunes 23 la tapa de Clarín fue “SE MATÓ ROBERTO MOURAS”, con una foto a tres columnas y detalles de la luctuosa carrera del TC. El martes 24, Clarín en las páginas 32 y 33 señaló “Todo un pueblo lloró en la despedida a Mouras”, con seis fotos de los momentos vividos por sus seguidores y familiares, más una foto del malogrado piloto y su trayectoria narrada a una columna y media y, una cita textual de Oscar Aventín sobre aquel sepelio donde destacó “NO SE VEÍA NADA IGUAL DESDE LA MUERTE DE JUAN GÁLVEZ”. Un cuadro señaló “Acompañante grave”. Por entonces, las tapas de los diarios se ocupaban de la llamada “Masacre de La Plata”, que fue el famoso caso del odontólogo Ricardo Barreda, quien asesinó a su mujer, a sus dos hijas y a su suegra.Es difìcil mencionar en un mismo texto dos tragedias distitas, aunque para la comunidad automovilìstica se tratò de una de las perdidas más difíciles que tuvo este deporte, sobre todo porque se había metido a los simpatizantes de Dodge y Chevrolet por los logros obtenidos en los años 80, con el tricampeonato desde 1983 a 1985. Pero Mouras era mucho màs que un tricampeonato con Dodge y un subcampeonato con Chevrolet. Mouras, para quienes lo conocieron era un campeòn abajo del auto, campeòn de los còdigos, de la solidaridad, de la camaraderìa y del espìritu de lelvar los fieros a los pueblos. El era de Moctezuma, una regiòn cercana a Carlos Casares, donde la gente se congregaba domingo a domingo en las tradicionales vueltas para ver pasar a sus ídolos.
Mouras tuvo gestos notables con quellos que lo necesitaron, o quienes no se esperaban que le iba a dar una mano. Quienes lo conocieron contaban anècdotas como por ejemplo la vez que le firmó un autógrafo a un hincha en un aútodromo para su hija gravemente enferma y lluego se enteró por uno de sus colaboradores que el hombre necesitaba 10 mil dólares para costear el tratamiento y el mismísimo Mouras se ocupó de contactar al hombre y le pagó el dinero para que su hija pudiera recuperarse y salvar su vida.
Aquel 22 de noviembre de 1992 el tiempo se detiuvo para siempre. Ni un ruido más se escuchó en Lobos cuando el Toro lideraba la carrera, que después se la dieron ganada pos mortem . La gente, en señal de respeto y en absoluto silencio se acercó a ver lo que había ocurrido. El ídolo había muerto.
Roberto José Mouras había nacido el 16 de febrero de 1948 y ganó 50 competencias, 27 con Dodge y 23 con Chevrolet, hizo 91 podios y obtuvo tres campeonatos: en 1983, 1984 y 1985, todos ellos con Dodge.Aún ostenta el récord de 6 victorias consecutivas en TC, logradas en el campeonato de 1976 con Chevrolet y es el segundo piloto mas ganador en la historia del TC, después de Juan Gálvez quien tiene 56 triunfos.
Mariela Delay
VIDEO: CRÉDITO ROJO 7000
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