Ambos pilotos llegaron a buenos terminos y aclararon el mal momento de ambos y que resultó perjudicial para la escudería austríaca.
"Seb y yo nos aseguraremos que no volverá a pasar" dijo con firmeza Webber, al tiempo que el germano añadió que " no fue con mala intención el toque. La situación se fue de las manos".
Los corredores focalizaron que han dejado atrás el incidente que y que tienen sus energias puestas en el venidero GP de Canadá, por lo que todo habría quedado sólo como una anécdota de tantas que puede generar la Fórmula Uno en la vida de un piloto.
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