
El coche bomba que estaba cerca de la entrada de la sede detonó y causó un fuerte temblor en toda la manzana, provocandole la muerte a 85 personas, mientras que hubo otras 300 heridas. Los escombros inundaron la cuadra del barrio de Balvanera, y taparon a las 67 víctimas que hubo dentro de la AMIA, y a las tras 17 que encotraron la muerte mientras caminaban o paraban cerca de la SEDE. Las ambulancias y los pedidos desesperados de socorro fue el sonido que más se escuchó a las 9.55, porque 2 minutos antes la ciudad se había quedado paralizada, en silencio. Sin comeprender aún que se trataba de un atentado terrorista (solo el segundo hecho de una cadena de tragedias, que continuaría con la muerte de Carlos Jr y la explosión de Río Tercero, la muerte de Cabezas, entre otros), la gente atinó a llamar a los medios y a contarles que todo marchaba con total traqnuilidad hasta que se desató la hecatombe.
Más de 1000 viviendas y comercios cercanos quedaron destruidos, la pérdida de gas en la zona fue de gran magnitud, la onda expansiva arraso con toda la cuadra , lanzando autos, arboles, carteles y personas por los aires; los vidrios de las ventanas de las viviendas y negocios estallaron hasta a 6 calles a la redonda.
Pasaron 17 años y los familiares y amigos de las víctimas aún siguen reclamando justicia ya que ningún Gobierno pudo dar con lso culpables. La causa está en investigación y mientras los años pasan, el hondo pesar es cada vez más profundo en la vida de los damnificados y de los familiares, porque no se rinden y buscan a los responsables de semejante ataque.
Se manifistan y trabajan codo a codo para encotra a quienes les robaron la sonrisa a algunos, la juventud a otros, y el futuro a todos.
Muchos años antes del ataque a la AMIA, así se expresaba Mario Benedetti: "¿ Por que cantamos? por nuestros muertos que piden que cantemos".
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